1. HONRADEZ: El trabajador penitenciario debe exteriorizar una conducta intachable actuando con honra y honor, con estima y respeto por uno mismo y por las demás personas bajo las normas sociales y morales en busca siempre de la verdad y la justicia.

2. RESPETO: El respeto como esencia de las relaciones humanas del personal del Sistema Penitenciario exige un trato amable y córtes valorando a cada persona. Cada actividad debe acatarse siempre a la verdad; y no se debe tolerar bajo ninguna circunstancia la mentira , calumnia y engaño.

3. DIGNIDAD: Se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedora de respeto y tolerancia para mantener un buen equilibrio emocional de acuerdo a las características de cada equipo de trabajo dentro de la institución.

4. BIENESTAR: La ideología de la institución se encuentra dirigida a alcanzar el bienestar laboral mediante la generación de un buen clima en los equipos de trabajo las relaciones entre pares y líneas jerárquicas, mejorando así la tecnología, comunicación, seguridad, desarrollo del personal e institucional.

5. ACTITUD DE SERVICIO: Son los sentimientos supuestos que determinan en gran medida la perfección del trabajador penitenciario y actue eficientemente en la realización de las actividades dentro de su entorno laboral, logrando alcanzar un sentido de satisfacción, involucramiento y compromiso institucional.

6. CUMPLIMIENTO: Es el cumplir en tiempo y forma con las funciones y actividades encomendadas con transparencia y honestidad, asumiendo con prestancias las consecuencias de cada acto.