Mía y Escooter; son los ejemplares que coadyuvan a los agentes del Sistema Penitenciario para que evitar el ingreso de ilícitos y en requisas realizadas en los centros carcelarios, pues fueron adiestrados en la Escuela Centroamericana de Adiestramiento Canino de la Subdirección General de Análisis e Información Antinarcótica (SGAIA), para la detección de drogas y aparatos de comunicación conviertidiendose en agentes K-9.
Las razas idóneas para ser K-9, por su nobleza, agudeza olfativa y obediencia, son: golden retriever, pastor alemán, pastor holandés, pastor belga y labrador. La edad en la que comienzan su formación es entre 6 meses y 1 año.
El tiempo promedio que se prolonga el entrenamiento el cual depende de las habilidades y de la adaptación del can, es entre dos y tres meses. Su vida laboral es entre ocho y 10 años. Tras su tiempo de servicio estos perros se jubilan o son adoptados por sus guías, por el gran afecto que se demuestran mutuamente.
Además, tres guías y un instructor Penitenciario se encargan de alimentarlos, bañarlos, sacarlos a pasear y jugar con ellos.